lunes, 16 de agosto de 2010

Sueños

Cerrar los ojos a un mágico viaje en el que las más puras emociones son el único equipaje. Horas que vuelan hacia algún recoveco fuera de la atmósfera racional y despiadada del mundo terrenal. Allá donde el tiempo se detiene, donde la juventud es tan perenne como las hojas del árbol que a nuestros errores han resultado indemnes.

Odisea intergaláctica, proyectada en celuloide estelar. Morada simbólica cuyos habitantes son la ilusión, el miedo y la fugaz felicidad. No es más que rozar con la yema de los dedos nuestros más inconfesables deseos. Dejar libres los instintos como el hipnotizante movimiento de una criatura alada luchando contra el viento.

El inconsciente no engaña, vital esencia. Pues sin sueños no hay meta ni esperanza que den sentido a nuestra existencia.

Castillos de fina arena, a cuyos puertos atracan frágiles barcos de papel. Catarsis de madrugada que gracias al calor de su fuego funde nuestras cadenas. Su único combustible yace de un oasis de sentimientos, del cual fluye una cascada de inocencia. Fuente de pureza e inagotable energía. Sol que ilumina las sombras de la desértica vida con su inmaculada incandescencia, hasta abrazar la epifanía.

Placentero y doloroso tránsito a la cruel realidad. Pisar el frío suelo de la mañana, que con sus ardientes primeros rayos nos hace despertar de oníricos milenios que solo seguirán flotando en un ingrávido lugar. Pequeño teatro de afortunados actores que danzan hasta la eternidad.

Deja caer tus párpados hasta donde tu corazón pueda imaginar, pues la vida sin sueños es como un barco sin mar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande, Carlos. :)
Tú lo has dicho todo.
Los días que no tengo que madrugar pero me despierto sola, si estaba soñando con algo bueno, como de costumbre, lo recuerdo hasta que me vuelvo a encontrarme en el dulce idilio, me encanta notar, todavía medio despierta, que lo he conseguido, jejeje.

Carlos dijo...

Gracias!, yo el gran problema que veo es que cuando estas en el dulce idilio, cuando consigues lo que mas anhelas de repente te despiertas, y ves que todo ha sido un sueño, has disfrutado de ello, pero la vuelta a la realidad es dura...

alejandro Romo dijo...

si no hay sueños no hay realidad... la realidad se la construye uno mismo cumpliendo sus propios sueños!!
esta bastante wapo esto carlos...
se k te construiras la tuya a tu gusto, y en la k tus sueños anhelados se vayan convirtiendo en hechos poco a poco..!!

Cosme dijo...

ÚLTIMO SUEÑO

Más allá de este sueño
ya no hay nada:

territorio final
en el que permanezco confinado,
desde el que también sueño
hasta perder la memoria de mí mismo.

Cuando no sueño,
ese sueño sin sueños
es -a secas- la vida.

Ángel González – DEIXIS EN FANTASMA – 1992

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